• Nepal es uno de los países con renta per cápita más baja del mundo. Aunque los desastres naturales son inevitables, las consecuencias podrían haber sido mucho menores de haberse producido en un país con mayores recursos.
  • La falta de personal médico y las malas infraestructuras están dificultando el salvamento de los heridos.
  • La ayuda de emergencia es importante, pero las vidas han de comenzar a salvarse antes de la catástrofe, apoyando el desarrollo local.
  • En Fundación Mary Ward trabajamos desde hace 5 años en la ciudad de Dharan, donde la Red Mary Ward International tiene el Centro de Desarrollo Nepal Loreto Shiksha Sadan, a través del cual ofrecemos apoyo a la población más marginada: el pueblo ‘Sukumbasi’.

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La situación

El pasado sábado, 25 de abril, un gran terremoto de intensidad 7,8 ha golpeado Nepal, dejando hasta el momento un total de 4.300 muertos en el país y más de 8500 heridos; una cifra que se eleva en casi un centenar más si tenemos en cuenta a los fallecidos de países fronterizos como India y China.

Tras el terremoto, se han producido además varias réplicas de gran intensidad por lo que la situación sigue siendo de caos y gran inestabilidad en toda la zona. De momento, la mayoría de supervivientes no han podido volver a sus hogares, bien porque estos han sido destruidos o por miedo a que cedan las estructuras de los edificios, y miles de personas permanecen en las calles o en algunos de los campamentos habilitados por el Gobierno de Katmandú, campamentos que no son más que unas rústicas carpas en las que apenas pueden protegerse de las lluvias que comenzaron la noche del domingo y que continúan todavía a estas horas.

A la espera de que llegue la ayuda internacional, comiencen a restablecerse las comunicaciones (carreteras, telefonía, servicios de internet…) y se pueda hacer un recuento completo de daños, las necesidades son enormes y de todo tipo en este pequeño país asiático, uno de los más pobres del continente. Efectivamente, sus 28 millones de habitantes tienen una de las rentas per cápita más bajas del mundo y sobreviven principalmente del turismo, la agricultura y las remesas que sus jóvenes emigrados envían a sus familiares.

Es, precisamente, esta falta de recursos lo que puede provocar que el número de fallecidos continúe elevándose de manera exponencial, ya que el país sufre una importante carencia de personal médico (dispone de 2,1 doctores por cada 10.000 habitantes, frente a los 37 de España, por ejemplo) y los hospitales se encuentran totalmente desbordados por el número de heridos. Muchos de ellos, niños y niñas incluidos, están esperando en el suelo de los hospitales, mientras que otros se encuentran en improvisadas tiendas de campaña. Todo ello mientras sus familiares buscan desesperadamente agua potable para evitar la deshidratación.

También las malas infraestructuras, absolutamente nada preparadas para resistir en caso de terremoto –a pesar de que se sabe que es una zona proclive a los movimientos sísmicos- han aumentado la catástrofe. Como siempre, son las personas más empobrecidas quienes terminan sufriendo los peores daños en situaciones de crisis.

(Hombres y mujeres intentando retirar escombros en Katmandú, una de las zonas más afectadas por el terremoto. Foto: EFE)

El trabajo de Fundación Mary Ward en Nepal

Como sabéis, Fundación Mary Ward no se dedica a gestión de crisis ni ofrecemos ayuda humanitaria (una labor que realizan, excelentemente, otras organizaciones), sino que estamos centradas en proyectos de cooperación a largo plazo, que puedan tener otro tipo de impacto.

Y eso es precisamente lo que desde hace ya varios años hacemos precisamente en Nepal, en concreto en la ciudad de Dharan (a 400 km. al este de Katmandú, donde tuvo lugar el epicentro). Allí hemos colaborado con la creación de un Centro de Desarrollo Local, situado en el área más marginada, donde vive la población sukumbasi (que significa literalmente ‘sin tierra’, desplazados de las montañas, y que viven en chabolas junto al río, la zona más peligrosa).

En este centro se ofrece apoyo escolar, clases de alfabetización a las mujeres, atención sanitaria, prevención de la malnutrición, tratamiento de la tuberculosis y apoyo a las jóvenes emprendedoras para que puedan salir adelante. El objetivo es favorecer su empoderamiento para que puedan acceder en igualdad de condiciones a los mismos derechos que el resto de la población nepalí.

(Cada día se ofrece una ración de comida diaria a los niños y niñas que acuden al centro para recibir apoyo escolar. En muchas ocasiones, es su única fuente de proteinas. Foto: FMW).

El trabajo que llevamos a cabo en esta zona fue, además, elegido como el Proyecto Solidario de los colegios BVM durante el curso 2012-2013. En este vídeo podéis ver el trabajo que realiza en la zona y haceros una idea de la realidad del país.

 

 

Información desde el terreno

Dentro del contexto del Proyecto Solidario, en 2013 recibimos la visita de Sabrina Edwards y Sushila Kerketta, dos mujeres a las que muchos recordaréis. Sushila vive y trabaja en el centro de Dahran, donde las religiosas del IBVM mantienen una residencia para niñas y desde donde se coordina el trabajo en el área de los sukumbasi. En este momento, según nos han informado desde allí, la situación se encuentra fuera de control. Entre la población ha corrido el mensaje de que pueden producirse nuevos terremotos debido a la intensidad y las réplicas de éste y el pánico se ha extendido también en las niñas que viven en la residencia. De hecho, durante estos dos días, han decidido dormir en la calle, por miedo a que el edificio pueda sufrir algún tipo de derrumbe, a pesar de que los daños en la infraestructura han sido menores.

(Mujeres en uno de los proyectos de emprendimiento que se llevan a cabo en Dahran. Foto: Fundación Mary Ward).

Por otra parte, los daños del terremoto se han dejado sentir también en el distrito de Darjeeling, en la frontera de India con Nepal, donde se encuentra el Darjeeling Mary Ward Social Centre, desde donde en estos días intentan hacer un recuento de daños y de necesidades a cubrir para paliar la catástrofe. Desde Fundación Mary Ward estamos a la espera de sus noticias para saber cómo podemos ayudar y asegurar el mantenimiento de los proyectos que hasta el momento se estaban llevando a cabo y que ahora son, todavía, más necesarios que nunca.

¿Qué podemos hacer?

Desde Fundación Mary Ward estamos a la espera de las noticias desde Nepal e India para saber cómo podemos ayudar y asegurar el mantenimiento de los proyectos que hasta el momento se estaban llevando a cabo y que ahora son, todavía, más necesarios que nunca.

Prevemos que las necesidades aumentarán con el paso de los días, por lo que os recordamos que si queréis colaborar con este proyecto, podéis hacerlo mediante una transferencia al número de cuenta ES66 0075 7007 8506 0001 0886, o a través de PayPal indicando en el asunto ‘NEPAL’.